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¿Cómo será el Black Friday 2021? La situación del retail ante la fiesta de las compras

25 Nov 2021

Cada año, el Black Friday aumenta sus datos acumulados tanto en facturación como en cantidad de productos vendidos, etc. Esto sucede tanto a nivel mundial como a nivel nacional y, aunque el año pasado fue diferente debido a la situación de la pandemia, probablemente este año volvamos a ver cómo aumentan las cifras. Tenemos ante nosotros un fenómeno que transforma los hábitos de consumo en la recta final del año, un momento crucial por el periodo navideño. De hecho, cada vez se anticipan más las compras navideñas, como confirma el estudio de la AECOC según el cual el 34% de los españoles las realizarán durante el Black Friday.

Debido a esto, muchos vendedores comienzan sus campañas de Marketing semanas antes, para dar a conocer sus descuentos, generar expectativas y retener a sus clientes potenciales. Pero no solo se anticipan las campañas de Marketing, sino que los distribuidores también deben de aprovechar esta coyuntura para evitar los cuellos de botella del aprovisionamiento mundial, al incentivar las ventas semanas antes.

Existen diferentes puntos que las compañías deben de tener en cuenta a la hora de afrontar el Black Friday y diseñar sus estrategias desde los distintos departamentos y que marcarán las características de este Black Friday 2021:

Posible escasez de materias primas y productos

Cuando estalló la pandemia, los fabricantes trataron de predecir el aumento del consumo en ciertas categorías de producto. Sin embargo, este momento ya era demasiado tarde y fue necesario fabricar a contracorriente, con el problema añadido del colapso en los puertos. Esto nos deja todavía a día de hoy la escasez de algunos productos y materias primas como los chips, la madera, el acero o los plásticos para producir juguetes. 

La escasez de materiales se suma al aumento en el precio de la energía y los carburantes, que encarece tanto la producción como la logística (especialmente el transporte). En este contexto, son muchos los retailers, grandes y pequeños, que se enfrentan a una reducción de sus márgenes e incluso a la generación de pérdidas.

A pesar de esta situación, es improbable que la escasez haga que no haya productos disponibles durante el Black Friday o la Navidad, salvo en productos con una alta demanda (Smartphones, videojuegos, etc.). Aun así, es posible que los descuentos sí sean mucho menos agresivos que en otras ocasiones debido a la reducción de márgenes que comentamos. 

Logística preparada para afrontar el Black Friday

La logística es uno de los grandes quebraderos de cabeza en épocas con un gran volumen de ventas, y más con un entorno online que no para de crecer. Sin embargo, el sector se encuentra más preparado que nunca para afrontar este pico de demanda que supone el Black Friday, con previsión de crecer hasta un 7% con respecto al pasado año. Por tanto, la previsión es que los consumidores finales no tengan problemas relacionados con retrasos en las entregas.

Compra online vs compra física durante el viernes negro

Aunque muchos retailers ya están subidos al carro de la omnicanalidad, muchos otros se encuentran lejos de alcanzarla. La unificación de los diferentes canales da al consumidor la posibilidad de elegir el medio por el que realizar sus compras. El objetivo de esto a nivel de compañía será mantener una relación duradera con sus clientes, mejorando su experiencia y su nivel de engagement. Por tanto, ya no se trata de una guerra entre el online y el offline, sino del éxito de aquellos retailers capaces de unir ambos mundos. Y esto, probablemente, favorezca más a las compañías más grandes. Aun así, la previsible mejora de las cifras con respecto al año anterior permitirá que las ganancias puedan repartirse entre todo el sector.

Lo que no se ve sobre el Black Friday. ¿Qué pasa después?

Sin embargo, existe otra cara una vez finaliza el Black Friday: el servicio posventa (incidencias de transporte, problemas en las entregas, productos en mal estado, etc.) y, por supuesto, las devoluciones. Cuando la fiesta mundial de las ventas termina, comienza la fiesta mundial de las devoluciones. El consumidor compra en muchas ocasiones de forma impulsiva, guiado por las emociones, y después se arrepiente o encuentra otro producto mejor o más barato. Por ello, es tremendamente importante que las compañías tengan en cuenta los gastos de gestión, logística inversa o atención al cliente antes de poner en marcha sus ofertas y campañas.

Preparando el Black Friday: anticiparse o morir en el intento

Aunque este año el Black Friday tendrá algunas particularidades, hay algo común  que debemos de tener en cuenta cada año: la anticipación. El diseño de una campaña de Black Friday desde las compañías de retail implica numerosas previsiones y operaciones a realizar. Desde el aprovisionamiento de mercancía para hacer frente a la demanda hasta el establecimiento de precios, las campañas de Marketing, la revisión de los márgenes, la preparación de la logística o el servicio posventa. Todos estos puntos deben de estar estudiados al milímetro, junto con el análisis del entorno para prever cómo reaccionará el mercado. 

Este año, Black Friday estará marcado por una situación de casi normalidad, aunque la amenaza de nuevas restricciones supone un gran punto de incertidumbre. Además, encontramos unos consumidores que han aumentado su capacidad de ahorro debido al miedo generado por la pandemia, algo que podría traducirse en un mayor gasto. Además, a esto se suman una serie de noticias en la prensa hablando sobre la importancia de anticiparse a la Navidad para evitar la escasez de productos. Verdad o no, esto podría aumentar la sensación de urgencia entre los consumidores y acelerar aún más las ventas de este Black Friday. Por tanto, las condiciones nos indican en general que este Viernes Negro será muy diferente al del pasado año, dando un respiro a los retailers y, siempre que se siga una estrategia adecuada, afectando positivamente a sus cuentas de resultados.

Adrián Peña Cidoncha

Head of Marketplaces

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