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DevOps como un cambio de cultura más allá de la tecnología

17 Mar 2021

En los últimos años no hemos parado de oír hablar sobre DevOps, metodologías ágiles (Agile) o digitalización. La tendencia es indiscutible, pero entender e interiorizar los conceptos y llevarlos a la práctica no siempre lo es tanto.

¿Se trata solo de un cambio tecnológico? ¿Qué otras implicaciones tiene el movimiento DevOps? ¿Qué papel juega la cultura de las organizaciones? ¿Se ve esta tendencia de igual modo en todos los mercados? Estas son las preguntas a las que se intentará dar respuesta en las próximas líneas.

Entendiendo el concepto de DevOps

Si desgranamos la palabra DevOps de la manera más literal extraemos los conceptos de Development y Operations (desarrollo y operaciones). Por lo general, cuando se habla de desarrollo de software estos son los dos departamentos que confluyen. El equipo de desarrollo suele recibir una gran cantidad de solicitudes e iniciativas de nuevos proyectos y trabaja en la generación de software a una gran velocidad, normalmente enmarcados en una metodología ágil.

Sin embargo, de manera tradicional el equipo de operaciones busca una mayor estabilidad, con soluciones que garanticen el buen funcionamiento en el entorno de producción y generen el menor número de fallos posible. Con esta visión desagregada, existe un desacople entre ambos departamentos y esto es precisamente lo que se trata de evitar cuando hablamos de DevOps. En su lugar, se debe lograr que ambas áreas trabajen como si fueran una sola, enfocándose todos en satisfacer al cliente final con un producto de calidad, bien desplegado y confiable.

Por tanto, el DevOps es en realidad un movimiento cultural que busca la generación de valor continua para el cliente por medio de la eliminación de silos (departamentos y proyectos aislados), basándose para lograrlo en la comunicación, la integración y el trabajo en equipo. Solo cuando se ha trabajado sobre la cultura, los hábitos y los procesos se pueden introducir con éxito las herramientas específicas de automatización y digitalización que mejoren los resultados.

Cómo llevar este cambio a la realidad de las empresas

En primer lugar, es importante entender que el nivel de desarrollo o predisposición a la adopción de esta nueva forma de hacer las cosas no es igual en todos los mercados. En algunas zonas como Colombia, en la que actualmente estamos desarrollando importantes proyectos, el tema ha llegado con mucha fuerza pero aún hay escépticos o incluso contrarios al DevOps que lo ven como una simple moda. Es cierto que gracias a la globalización las tecnologías y tendencias llegan con mucha más rapidez, pero aún existe un cierto choque cultural entre regiones y una brecha tecnológica entre América Latina y otras regiones como puedan ser Europa o Norteamérica.

Adoptar un modelo de trabajo DevOps para aumentar la agilidad de las empresas implica aceptar una nueva forma de trabajar en equipo para la que no todas las personas están preparadas o predispuestas. Por ello, a la hora de introducir los cambios o llevar a cabo nuevos proyectos el primer paso será actuar sobre la cultura empresarial, los hábitos y la forma de relacionarse de los empleados.

Una implementación real

A día de hoy hay algunas empresas que ya trabajan sobre metodologías ágiles, pero cuya estructura organizacional se mantiene con procesos muy estructurados, una alta jerarquización y su consecuente dificultad a la hora de realizar solicitudes o cambios. Esto provoca que sean necesarias numerosas aprobaciones y que los integrantes de los equipos de desarrollo y operaciones tengan que seguir un largo y tedioso proceso antes de llegar a lanzar un proyecto o cambio en producción.

En este contexto, un cambio cultural puede llevar tiempo y no ser sencillo, pues implica abrir los espacios de comunicación, la información y de alguna forma significa para los empleados exponer sus dudas y sus debilidades y lograr que no tengan miedo de mostrarlas. Se debe reducir esa idea de competitividad, de buscar un responsable único cuando algo sale mal en lugar de asumir las responsabilidades como equipo. Desarrollo y operaciones deben eliminar sus frentes o sus intereses encontrados para seguir un camino común y tomar decisiones conjuntas.

En definitiva, tanto empresas más tradicionales como otras que se han introducido poco a poco en el mundo digital deben entender que DevOps no es simplemente una forma de automatizar procesos o implementar metodologías ágiles, sino que implica un cambio hacia el trabajo en equipo y la generación de valor.

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Necesidad de crear soluciones a medida | DeVops

Desde VASS creemos que algo fundamental que deben de buscar las compañías es que el partner con que cuenten para llevar a cabo este cambio tenga la flexibilidad suficiente para adaptarse al mercado, sector y características concretas de cada empresa. No será lo mismo llevar a cabo un proyecto de DevOps en una compañía de telecomunicaciones que en una financiera o en un mercado como el europeo que en el mercado latinoamericano.

En cada caso se debe de crear un modelo cultural u operativo que encaje a la percepción con la empresa concreta, generando una identidad propia y adaptando las soluciones a la realidad tecnológica existente. No se puede tener un modelo estanco que se replique en todas las empresas por igual, sino que se debe de trabajar con cada una de ellas en la construcción de éste.

¿Qué beneficios tiene la implementación de estos cambios?

Gracias a estos nuevos modelos es posible multiplicar la velocidad de los despliegues de los proyectos (hasta multiplicarla 7 u 8 veces) y ganar confiabilidad al reducir la probabilidad de que exista un fallo. La agilidad aumenta en tal medida que se puede pasar de ser capaces de desplegar 5 elementos en 3 horas a desplegar 40 con un mínimo margen de error gracias a la participación temprana de los equipos de seguridad y operaciones en loso distintos desarrollos.

De cualquier forma, es importante entender que este proceso es algo que evoluciona poco a poco y que empieza por sus empleados, pues el comportamiento de las empresas se basa en el comportamiento de las personas que las forman, sus valores, sus principios y sus objetivos. Por eso es tan importante transformar los hábitos, romper la cultura y reenfocar la empresa ya no al Time to Market, sino al “Time to Value”. Ya no se trata solo de entregar cada proyecto a tiempo, sino de entregar valor, crear un impacto positivo en el cliente y superar continuamente sus expectativas.

Pablo Melo

Líder DevOps

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