El impulso al Hidrógeno Verde en la industria energética y automovilística
25 Oct 2021
A día de hoy nos encontramos un contexto en el que el precio de la energía continúa en aumento y ya preocupa la escasez de algunos recursos como el gas natural. Esto, sumado a las cada vez mayores exigencias en materia de sostenibilidad, hace que tenga sentido impulsar nuevas fuentes de energía más sostenibles y que no impliquen un consumo de recursos finitos. Y una de estas energías es el Hidrógeno Verde, que aún se encuentra en una fase de desarrollo pero que tiene un futuro muy prometedor.
¿Cómo se produce el Hidrógeno Verde?
De una forma muy resumida, el Hidrógeno Verde es aquel Hidrógeno (H2) que se produce a partir del agua (H2O), separando Hidrógeno de Oxígeno por medio de un proceso denominado electrolisis. Este hidrógeno, a diferencia del generado con la transformación de los hidrocarburos, se obtiene a través de una producción sostenible y no contaminante siempre y cuando para su obtención se utilicen energías renovables. Cuando cumple estas condiciones, podemos hablar de Hidrógeno Verde.
Por tanto, se trata de una energía limpia, cuyo único residuo al utilizarlo es el agua (hidrógeno combinado con el oxígeno del aire) y que se obtiene de un recurso tan abundante como es el agua. Además, el hidrógeno permite su almacenamiento en celdas (depósitos o pilas), con lo que podría utilizarse para descarbonizar el transporte o cualquier otra actividad que a día de hoy se nutra de combustibles fósiles.
¿Qué proyectos están impulsando esta nueva energía?
Las compañías energéticas en todas sus ramas, así como aquellas dedicadas a la automoción o el transporte, son cada vez más conscientes de la necesidad de cambio y de las posibilidades que ofrece el uso de un hidrógeno limpio para la generación de energía, contribuyendo a la descarbonización y enfrentando la falta de ciertos recursos.
Por ello, compañías como Repsol y EDP se alían en la creación de proyectos de hidrógeno renovable, realizando grandes inversiones de hasta 2.549 millones de euros para acelerar sus estrategias de transición energética y acercarse cada vez más a la neutralidad en cuanto a emisiones de carbono. Entre las iniciativas de este acuerdo, destacan tres proyectos clave: el Valle del Hidrógeno Verde en Asturias, el Corredor vasco del hidrógeno y la adaptación de un complejo industrial en Sines.
Por otro lado, y desde el ámbito del transporte y la logística, podemos destacar proyectos como el impulsado en Valencia, en el que se incluyen 40 empresas de transporte y logística con un plan de 170 millones de euros. Con esta iniciativa, las entidades públicas valencianas buscan llevar a cabo un gran número de proyectos para impulsar la descarbonización en colaboración con las empresas privadas, como son la construcción de infraestructuras para llevar el Hidrógeno hasta el transporte, la adquisición de vehículos impulsados por este tipo de energía, etc.
En definitiva, el Hidrógeno Verde es un tipo de energía con una gran proyección de futuro en la que entidades públicas ya comienzan a invertir, convirtiéndose en una de las opciones más valiosas para acelerar la descarbonización, superar la falta de recursos y ganar en sostenibilidad.