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Cuando las tecnologías DLT se unen con el IoT: IOTA en el futuro del Internet de las Cosas

21 Jul 2022

El Blockchain es una tecnología bastante madura, que ha ido evolucionando en los últimos años para dar  lugar a distintos casos de uso en el ecosistema empresarial. Sin embargo, importante saber que no todo es Blockchain, sino que existe un concepto más amplio y que engloba más tecnologías: DLT o libro mayor distribuido. El punto común de estas tecnologías es que permiten diseñar una estructura de sistemas que permiten tener una Base de Datos no centralizada. Por tanto, DLT es un paraguas que engloba, más allá del Blockchain, tecnologías como Holochain, Hashgraph o D.A.G (Directed Acyclic Graph o Grafo Acíclico Dirigido). Dentro de este último grupo encontramos la tecnología IOTA, que debe su nombre al IoT o Internet de las Cosas. Pero, ¿de qué puede servir esta tecnología? ¿Qué casos de uso encontramos en los negocios y qué debemos de tener en cuenta en este tipo de proyectos?

La unión de las tecnologías DLT y el IoT

Las tecnologías DLT conectan con otras como la Inteligencia Artificial, la Location Intelligence o Inteligencia de localización o, más relacionado con el tema que queremos tratar en este artículo, el IoT.

IOTA es una manera diferente de manejar los libros de cuentas mayores distribuidos, tratándolos en lugar de como cadena de bloques, de una forma un poco distinta. Los sistemas Blockchain tienen una serie de características que, para determinados casos de uso, no resultan muy útiles:

  • Están basados en pruebas de esfuerzo.
  • Tienen un coste de ejecución bastante alto.
  • Ofrecen mucha seguridad y garantías, pero a costa de ciertas implicaciones en cuanto a rendimiento, volumen, etc.

El problema es que, cuando trabajamos con dispositivos IoT, nos enfrentamos a la necesidad de poder tener información recogida en distintos puntos sin que requiera un gran esfuerzo de computación. Hablamos de dispositivos distribuidos, instalados en objetos cuya capacidad de potencia es limitada, y por eso es necesario encontrar una forma de trabajo distinta al Blockchain: el IOTA.

Principales características y beneficios de la tecnología IOTA

IOTA nos ofrece una plataforma con diferentes características diferenciales:

  • Mayor escalabilidad.
  • Más agilidad en la ejecución de las transacciones.
  • No está basada en pruebas de esfuerzo.
  • No utiliza bloques, sino que se trata de transacciones individuales.
  • No es necesario minar, por lo que no hay dependencia de un equipo de mineros.
  • No existen comisiones por las transacciones. Estas transacciones, además, pueden ser de dos tipos:
    • Monetarias. Aquellas que llevan aparejado un intercambio en la unidad monetaria que exista en la red.
    • De información. Aquellas que asientan información, apuntando notas de cara a lo que interese al sensor o dispositivo concreto.

Todo esto la convierte en la tecnología perfecta para trabajar con sistemas IoT. Además, desde VASS estamos trabajando en incorporar las capacidades de los Smart Contracts y de Identidad Digital, para crear proyectos todavía más avanzados. Esta tecnología nos permitirá manejar grandes cantidades de información, y será útil en distintos sectores y casos de uso pero, ¿cómo se pone en marcha un proyecto de este tipo?

Pasando a la acción: puesta en marcha de un proyecto de IOTA

De cara a este tipo de proyectos, en VASS nos basamos en 4 pasos clave: el análisis del negocio, el diseño de la solución, el desarrollo y la fase final de pilotar y gobernar la solución.

En el primer punto de análisis de negocio es importante identificar el campo de actuación sobre el que podemos llevar a cabo nuestra solución de negocio. Habrá que estudiar cuál es el tipo de proyecto ideal, llevando a cabo el desarrollo de un piloto y una prueba de concepto. Por supuesto, los casos en que tendrá sentido iniciar un proyecto de este tipo serán aquellos en los que la compañía necesite interactuar con sistemas IoT, de manera distribuida, y con dispositivos que no cuentan con una gran potencia.

En la fase del diseño de la solución, habrá que definir la arquitectura funcional y técnica. Habrá que tomar decisiones como si apoyarse en una red pública o privada. En caso de que sea privada, qué tipo de seguridad vamos a establecer. Cómo va a ser el consumo del dato, cómo lo vamos a almacenar, etc.

Además, será muy importante tener en cuenta los aspectos legales, creando soluciones “Legal by design”. Es decir, que cumplan todos los criterios regulatorios desde su diseño. El IoT tiene la capacidad de captar datos personales y no personales, así como de comunicar y conectar distintos dispositivos para analizar y obtener información. Esto supone que todos los proyectos basados en tecnología IOTA tendrán que tener desde el diseño y por defecto un enfoque hacia la protección de datos y la privacidad. Por tanto, habrá que cumplir con regulaciones como la RGPD, la normativa de datos no personales o aquellas relativas a la defensa de consumidores y otros usuarios. También habrá que analizar y tener en cuenta las diferentes normativas sectoriales que puedan afectar al caso de uso concreto, y poner el foco en cuestiones de seguridad.

IOTA en la práctica. ¿Qué casos de uso podemos encontrar?

Para aterrizar todo lo anterior, podemos poner algunos ejemplos de casos en los que será muy útil la tecnología IOTA.

Por ejemplo, a largo plazo puede ser una solución para ciudades inteligentes. Imaginemos, por ejemplo, que tu coche y tu cartera están conectados, y son capaces de interactuar con el surtidor de combustible. Así, en lugar de tener que entrar a pagar, el surtidor puede comunicar el importe y realizar un cobro automático (algo para lo que serán necesarios los Smart Contracts y la Identidad Digital).

Otro caso podría ser la sensórica en el ámbito agrario, para monitorizar las cosechas o el ganado. En este caso, el IoT nos permitirá tener una trazabilidad punto a punto de lo que ha ocurrido, ya que todo queda apuntado en el libro mayor.

Podríamos poner muchos más ejemplos en distintos sectores, como los canales de producción, sector energético con contadores inteligentes capaces de medir y pagar, y un largo etcétera.

Solo es cuestión de tiempo que este tipo de proyectos se consoliden y generalicen en el entorno empresarial, y desde VASS ya contamos con el conocimiento y capacidad de implantación para ofrecer a nuestros clientes las mejores soluciones a cada caso de uso que necesiten abordar.

Manuel de la Cuesta

Manager RPA

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