La tribuna del CEO
27 Jun 2018
Esto va de retos
Dirigir organizaciones es siempre un reto, hacerlo en un entorno como el actual es un reto aún mayor y hacerlo bien está solo al alcance de muy pocos. Inauguro esta tribuna de CEO a CEO basándome en esta sencilla reflexión: qué difícil es acertar en un entorno tan cambiante, donde es muy complicado anticipar lo que está por venir y cualquier error te puede costar la supervivencia. Y esto hoy es común a todas las industrias: da igual que seas un banco, una tienda, que distribuyas energía o te dediques al mundo del entretenimiento. A todos nos afectan los cambios y el entorno es similar.
Cualquiera, desde cualquier lugar y a un coste muy bajo, puede lanzar casi cualquier cosa. Por eso los retos son comunes a todos y la forma de abordar estos retos tienen mucho en común. Trataré en esta tribuna de los temas que me afectan como responsable de una consultora tecnológica. Pero estoy convencido de que serán problemas comunes entre todos mis colegas: la gestión del talento, modelos organizativos, mejora de márgenes, ecosistema de innovación, modelos de internacionalización, etc.
Lo haré desde la perspectiva de mi experiencia en el mundo de la tecnología como empresario directivo y con el ánimo de que estas reflexiones sirvan a otros colegas que estén en situaciones similares. Arrancamos este primer post analizando cuáles son los retos de nuestro sector, el de consultoría tecnológica.
Gracias.
APORTAR VALOR Y PAGAR POR ÉL
El reto actual de las empresas tecnológicas pasa por aportar valor -de verdad-, por ser atractivas -para clientes y empleados- y por ser rentables. En España el sector vive una situación crónica de márgenes muy bajos de la que debemos huir. Hay que elegir aquellos clientes que realmente reconocen el valor y pagan por él. La clave es diferenciarse y salir del círculo vicioso que genera la gestión de los micro-márgenes.
Pero, para lograrlo, no se puede ser simplemente un proveedor de tecnología, sino que hay que convertirse en un socio de valor que aporte soluciones tecnológicas back to end, del CIO al CEO y al resto de C levels, dando respuesta completa a las necesidades del negocio y a las expectativas de un retorno rápido de la inversión. Por eso la organización de VASS se basa en tres pilares:
- Mercados: entender los retos, las tendencias y los requerimientos de los clientes; interpretar y anticiparse a sus necesidades para guiarles y acompañarles en los procesos de cambio.
- Business Value: presentar al cliente una propuesta de valor personalizada que aúne el conocimiento del mercado y la tecnología que mejor encaje.
- Áreas técnicas: conocer, aplicar y liderar las tecnologías más punteras.
Si cualquiera de estas tres patas falla será imposible ofrecer soluciones integradas. Sólo la correcta agregación de todas ellas hará multiplicar, de verdad, el valor a los clientes.
RODEARSE DE LOS MEJORES
Estoy convencido de que el éxito de una organización no viene de la tecnología, sino de las personas, de su talento, de sus conocimientos, de su compromiso y de su implicación. Por eso es fundamental atraer, retener y crear talento. Las empresas deben seducir a las personas clave, a aquellas que son capaces de aportar valor en sí mismas. El mercado está repleto de excelentes profesionales, pero no todos están dispuestos a formar parte de un equipo que carece de valores, o hacia el que no siente ninguna empatía.
El talento también selecciona y lo hace guiado por motivaciones como la calidad humana, las opciones de conciliación, el reconocimiento personal y, en general, por el nivel de felicidad que le proporcione trabajar en una organización u otra. El desafío es hacer de las empresas entornos atractivos en los que trabajar -y convivir- y a los que valga la pena estar vinculados, profesional y emocionalmente.
En VASS hemos hecho un esfuerzo importante por mantener e incrementar nuestro atractivo para seducir a los mejores, poniendo en marcha diferentes iniciativas orientadas a mejorar el grado de satisfacción de nuestros equipos. Desde la conciliación con horarios flexibles o el teletrabajo hasta iniciativas solidarias, pasando por medidas diferenciales como UR VASS para premiar la excelencia en el trabajo de los empleados mejor valorados que reciben derechos de participación en la empresa. Todo cuenta para aportar valor también hacia dentro.
Hay una cosa que parece clara. Si los empleados están felices, es más probable que la empresa también acabe gestionando clientes felices. En este sentido, los clientes están abiertos a la colaboración, incluso con otras empresas que no necesariamente estén cerca, siempre y cuando consideren que les pueden aportar valor. Siendo así, estarían dispuestos a pagar por ese valor adicional. Es clave, por tanto, abrir la mente y buscar nuevos clientes estén donde estén, aunque sea fuera de nuestras fronteras. El sector de la consultoría tecnológica esta muy avanzado en España y esta madurez también resulta atractiva.
En definitiva, el gran reto al que nos enfrentamos hoy es el de alinear la propuesta de valor, el talento, la recuperación de los márgenes y la búsqueda de nuevos proyectos, más allá de las fronteras geográficas y, con todo, propiciar lo que nosotros llamamos el bucle positivo. Si de verdad aportas valor, los clientes estarán dispuestos a pagar por él, lo que te permitirá atraer y retener al mejor talento, lo que a su vez hará que más clientes felices quieran trabajar contigo y puedas seguir añadiendo valor a tu propuesta.