¿Nueva normalidad en las compañías? Eficiencia operativa, digitalización y empleabilidad
21 Oct 2021
Tras meses de cambios, agitados por la pandemia y la nueva normalidad, el teletrabajo y la digitalización, es inevitable hacerse una pregunta: ¿cómo será el mundo a partir de ahora? Es algo que las compañías necesitan saber, o al menos prever, para entender y afrontar el futuro, aunque si algo ha quedado claro en este tiempo es que la flexibilidad es clave ante situaciones inesperadas y por tanto debe de mantenerse como un pilar básico en las organizaciones. Poco a poco surgen cuestiones sobre la digitalización y la eficiencia operativa y cuál será su estado ahora que volvemos poco a poco a la normalidad. También encontramos dudas sobre la vuelta al trabajo presencial, las nuevas necesidades de personal y la capacitación de los empleados para enfrentarse el nuevo entorno. Desde VASS queremos aportar nuestra visión sobre todas estas cuestiones desde un punto de vista ya no solo tecnológico, sino estratégico y organizacional.
El papel de la eficiencia operativa y la digitalización en la post-pandemia
Las ramas de la eficiencia operativa son muchas y no afectan del mismo modo a todas las compañías, pero en todos los casos el rediseño de los procesos se traduce en un ahorro de tiempos, una reducción de los costes y una mejora de la calidad. En este sentido, la tendencia de las organizaciones es hacia la incorporación del Process Mining para conocer realmente sus procesos y, sobre todo, hacia la transformación de los procesos en el ámbito digital.
Aunque no podemos negar que la pandemia ha tenido un gran papel en la aceleración de la digitalización, esta necesidad de las compañías va más allá de este acontecimiento puntual y seguirá por tanto siendo muy relevante aunque la situación vuelva a la normalidad. Desde el punto de vista del usuario, las personas ya se han amoldado al mundo digital, siendo difícil dar marcha atrás en este proceso. Pero además, las compañías son cada vez más conscientes de la necesidad de dar respuestas ágiles ante los cambios del entorno y de aumentar el valor de las personas que forman la organización. Y para ello, el camino pasa por la optimización de procesos, la mejora continua a través de la eficiencia operativa y la digitalización.
El teletrabajo bien entendido llegó para quedarse
La digitalización dentro de las empresas no solo responde a los procesos de cara al consumidor, sino que hacia dentro, hacia los empleados, ha tenido y va a tener en adelante un papel muy importante. Así, la tecnología y los canales internos de comunicación serán fundamentales para aportar el máximo valor posible a su trabajo. Desde VASS creemos, y transmitimos a nuestros clientes, que para garantizar el equilibrio entre la mejor experiencia de los empleados y los mejores resultados para la compañía son necesarios tres ejes: la calidad laboral, la productividad y la mejora conjunta del negocio.
Por ello, desde un punto de vista tecnológico impulsamos dentro de nuestro Digital Workplace tanto las plataformas de experiencia digital (para facilitar el gobierno de los canales digitales) como las suites de productividad (para agrupar las herramientas que necesitan los equipos digitalizados). Todo esto facilita la gestión de los equipos en remoto y la combinación del teletrabajo con el trabajo presencial, con el consecuente bienestar para los empleados mejorando la conciliación y la libertad pero también aumentando la responsabilidad y la productividad. Porque si en todo este tiempo hemos aprendido a trabajar en digital, ¿no tiene sentido seguir aprovechando todas sus ventajas?

La automatización, ¿riesgo o ventaja para los empleados?
Aunque los conceptos de mejora de los procesos, eficiencia operativa, automatización o digitalización suenan bien para las compañías y traen consigo numerosas ventajas, también pueden traer preocupaciones para los empleados. Enfrentarse a herramientas nuevas, adaptarse al nuevo modelo de trabajo o enfrentarse a máquinas capaces de hacer tareas que antes ellos realizaban puede conllevar estrés o incertidumbre y por eso será tan importante comprender, hacer llegar a los empleados y aplicar estos tres puntos:
- En primer lugar, será fundamental formar a los empleados en las nuevas herramientas digitales y crear un modelo que simplifique las tareas y no suponga un obstáculo en el desarrollo del trabajo. Además, la compañía deberá de imprimir en la cultura corporativa valores como la confianza o la responsabilidad, definiendo límites y criterios para el teletrabajo, la flexibilidad horaria o espacial, etc., y enfocándose a la consecución de resultados.
- En segundo lugar, empleados y compañías deben de comprender que los robots o la tecnología no llegan para sustituir a las personas sino para ayudarlas en su trabajo. Así, la automatización de tareas permitirá a los empleados tener mayor tiempo para enfocarse en aquellas áreas que aportan valor a la compañía, para innovar y para desarrollarse como profesionales.
- Por último, este proceso en el que las tareas de los empleados cambian requerirá de nuevas habilidades y por tanto de un proceso de re-skilling apoyado, de nuevo, con la formación necesaria por parte de la compañía. Los empleados deberán de aprender a enfocarse en nuevos trabajos y en la mejora de sus funciones utilizando las nuevas tecnologías y siguiendo los nuevos procesos. De hecho, este es uno de los motivos por los que cada vez tendrán más importancia las Soft Skills como la flexibilidad o la adaptación al cambio, más allá de otro tipo de conocimiento.
De los cambios al aprendizaje: el futuro pasa por la digitalización y la eficiencia
En resumen, y para dar una visión más global y de futuro, podríamos decir que tras una etapa de cambios a día de hoy debemos de centrarnos en el aprendizaje. En un estado de calma, las compañías que han comprendido la importancia de la digitalización continúan adelante con estos proyectos pero ya de una manera más pausada, entendiéndolos como algo que se desarrolla en el largo plazo y que requiere de una mejora continua. Y lo mismo sucede con la eficiencia operativa, tan buscada pero que ahora tiene un nuevo significado centrado en la flexibilidad y la adaptabilidad a largo plazo, además de la rentabilidad en el corto plazo.
El Covid-19 ha cambiado muchas cosas, incluso en las personas, y si bien es cierto que poco a poco recuperamos la normalidad, los aprendizajes de esta etapa marcarán el camino hacia el futuro. La forma de trabajar ha cambiado, y por ello debe de cambiar la manera de reclutar, cuidar y formar a los empleados, sacar el máximo partido del binomio hombre-tecnología y crear relaciones de confianza que hagan del capital humano y la cultura empresarial dos de los activos más importantes de las empresas.