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¿Qué está pasando con el precio de la energía?

05 Sep 2021

Seguro que a nadie le pasa desapercibido el hecho de que llevamos varios meses escuchando como el precio de la luz bate récords, o como la gasolina y el gasoil aumentan su precio a pasos agigantados. Ante esta situación, tanto los particulares como las empresas se plantean cómo ser más eficientes para ahorrar gastos y poder enfrentarse a esta situación sin que repercuta en su economía. Desde VASS creemos en dos vías básicas para revertir esta tendencia: las tecnologías como el IoT y la búsqueda de alternativas a los combustibles fósiles.

El IoT como aliado en hogares y empresas

La tecnología IoT, por sus siglas en inglés “Internet of Things” se refiere a convertir objetos cotidianos en objetos conectados, inteligentes, capaces de transmitir y recibir información y realizar diversas acciones. Este tipo de elementos, junto con otras tecnologías, pueden ser muy útiles a la hora de controlar el consumo energético, pues nos permitirán saber cuáles son aquellos electrodomésticos, máquinas o luces que más energía consumen. Además, sabiendo esto y cruzando estos datos con los de gasto energético por horas (ya que el precio de la luz varía en distintos momentos del día) podría permitirnos programar acciones como encender la lavadora a la hora más barata.

Al mismo tiempo, y yendo un paso más allá, las empresas podrían cruzar todos los datos provenientes tanto de los elementos de IoT como de los precios, horarios de empleados, etc., y llegar a reestructurar su producción para garantizar el mayor ahorro.

Alternativas a los combustibles fósiles

Por otro lado, el precio de combustibles fósiles como el gasoil, la gasolina o el gas también va en aumento, gravados con una gran cantidad de impuestos, lo que nos lleva a la búsqueda de otras alternativas. Aunque cabría pensar que el uso de la electricidad como sustituta, por ejemplo, en los medios de transporte no tiene sentido ante la subida de la luz, lo cierto es que no es así.

La subida del precio de la energía eléctrica se debe principalmente al aumento del precio del gas natural y la subida del CO2, por lo que la solución pasa por tender cada vez más hacia las energías renovables y otras alternativas menos contaminantes y que no dependan, de nuevo, de los combustibles fósiles. Una posible alternativa, más allá de las ya conocidas energía eólica o hidráulica es el hidrógeno verde, un tipo de energía que aún se sigue investigando pero que promete grandes resultados gracias a la separación del hidrógeno y el oxígeno presentes en el agua.

Como vemos, la evolución de la energía no es algo necesario tan solo en términos de sostenibilidad ecológica, tema muy tratado en los últimos años, sino que también implica el cambio hacia modelos económicamente sostenibles. De esta forma, economía y sostenibilidad son términos complementarios y no enfrentados entre sí, que deben perseguirse e impulsarse de manera conjunta tanto desde los hogares y personas individuales como desde las pequeñas y grandes compañías, las regulaciones y los gobiernos.

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