¿Quo Vadis Telco?
16 Oct 2019
El aumento continuo del consumo de datos en internet, el uso cada vez mayor de aplicaciones de texto, voz y llamadas, así como de plataformas audiovisuales por parte de los consumidores, unido a la caída de precios de la conectividad, está obligando a las Telco a repensar sus estrategias para desarrollar nuevas fuentes de ingresos.
El pasado mes de mayo Elon Musk empezaba a hacer realidad su proyecto de proporcionar acceso a internet vía satélite. Una idea que, sin ser completamente nueva, se convierte en revolucionaria gracias al nuevo entorno tecnológico que la rodea. Ha sido la tecnología la que ha permitido que el proyecto Starlink transforme los resultados “mediocres” de otras iniciativas anteriores, que solo lograron proporcionar anchos de banda limitados a precios muy elevados, en todo un desafío en el que poner el foco en los próximos años.
Sesenta satélites en órbita en una operación única y como resultado: un ancho de banda efectivo, una baja latencia y un precio muy competitivo. La compañía ha planificado comenzar sus operaciones comerciales a principios de 2020 con una cifra estimada de ingresos que rondan los 30.000 millones de dólares en 2025. Estas cifras, desde luego, dan que pensar respecto a la disrupción que experimentará el entorno de las telecomunicaciones, comparable, únicamente con la llegada del uso discrecional y masivo de internet. Si se trata de humo o, si la compañía de Elon Musk ha puesto en marcha un proyecto visionario, solo el tiempo lo dirá. Pero, de momento, el viento sopla a su favor.
Irrupción, disrupción e innovación
¿Todavía te preguntas si el mundo TELCO está cambiando tanto y tan rápido como parece? Está claro que estamos viviendo una verdadera revolución, no sólo digital. Creo que la revolución de las telecomunicaciones va mucho más allá. Es una transformación integral que está redefiniendo su visión y su misión en un escenario global en el que la tecnología juega un papel estratégico.
Y, cuando hablo de tecnología, no me refiero únicamente a soluciones como tal, sino a grandes compañías tecnológicas que están entrando en el negocio a base de talonario -entiéndase la expresión- para dotarse de infraestructuras solventes y una visión muy alejada del modelo de negocio convencional. Esto ha propiciado el desplazamiento de los actores tradicionales que están dejando paso a otros nuevos competidores que nada tienen que ver con el mundo Telco tal y como lo conocíamos hasta ahora.
En estos momentos de cambio, la industria está, consciente o inconscientemente, desempeñando un papel activo en el impulso de ese nuevo ecosistema en el que habrá que aportar un valor extra desde las conexiones de internet hasta las soluciones digitales más avanzadas, a través de toda suerte de dispositivos y canales.
Y, lo mejor de todo, es que no hay una única vía de exploración. Cualquier camino puede ser exitoso. Lo que está claro es que, en la hoja de ruta de cualquier compañía que quiera entrar a formar parte del nuevo ecosistema Telco o que quiera renovar su estrategia para seguir siendo competitivo o, mejor dicho, disruptivo, deberá innovar, innovar e innovar.
Más allá del negocio tradicional
Como decía, en torno al modelo tradicional de negocio de las Telco han surgido otros actores que es necesario incorporar a un ecosistema de datos móviles, fibra óptica, 5G, canales audiovisuales de pago o el Internet de las cosas para que abran oportunidades alternativas a las tradicionales.
Una de estas oportunidades proviene de los servicios OTT (Over The Top), servicios que se prestan a través de internet y que no requieren de grandes inversiones ni infraestructuras ni tampoco están sujetos al encorsetado marco regulatorio de los operadores. Dispositivo disponible y conexión a internet es lo único que necesitan para funcionar. Estos servicios, como digo, tienen que dejar de verse como enemigos para convertirse en aliados. Una alianza que permitirá atraer a más clientes, además de mejorar el promedio de ingresos por cliente/usuario (ARPU). Este indicativo proporciona a las compañías información muy valiosa sobre la solvencia y los ingresos que aportan sus clientes y ayuda a segmentar y personalizar mejor sus servicios.
Es decir, a “paquetizar” servicios que incluyan las aplicaciones más demandadas por los usuarios. Desde comunitarias (LinkedIn, Twitter o Facebook); a musicales (Spotify, iTunes…); de comunicación (Skype, WhatsApp…); de productividad (Evernote, Zoho, Google Docs…); tecnológicas (Dropbox, iCloud…); y por supuesto, audiovisuales (Netflix, HBO, Amazon Prime, Youtube…).
En el caso de los canales audiovisuales, y dada la gran competencia existente, el futuro no está sólo en habilitar estos servicios y cobrar un ‘peaje’ por ellos, sino, más bien, en la producción de contenidos propios y su difusión por otras plataformas alternativas a las más conocidas. Eso es justamente lo que ha hecho Telefónica, que ha alcanzado un acuerdo con Atresmedia para fusionar sus series y producciones de cine en sus plataformas audiovisuales Movistar y Atresplayer. El objetivo es competir con los “majors” internacionales y, con los nuevos actores como Netflix, Amazon Prime o HBO, entre otros. Telefónica y el Grupo Atresmedia quieren posicionarse en el mercado de la creación de contenido audiovisual en lengua castellana, no solo para difundirlo en sus propias plataformas. También pretenden venderlo a terceros.
Muchas opciones, muchos caminos
Pero la convergencia de telecomunicaciones, internet y media, no es la única propuesta de proyección para las Telco en el mercado del consumo. La irrupción de las nuevas tecnologías referidas al pago y la banca móvil abren también nuevas vías de negocio que comienzan a ser exploradas. Orange Bank es un claro ejemplo de ello. Este banco móvil de la operadora de telecomunicaciones proporciona un servicio bancario gratuito con balances en tiempo real, pago a través del móvil y un asesor virtual disponible 24h. al día, 7 días a la semana.
Ahora bien, aparte de las propuestas centradas en el consumidor final, las Telco tienen un gran potencial para desarrollar nuevos negocios dirigidos también al mundo empresarial. Se trataría de aprovechar lo que ya poseen -conocimiento, activos e infraestructura- y combinarlo con las muchas aplicaciones que ofrecen las nuevas tecnologías como 5G o IoT, Blockchain o Inteligencia Artificial, entre otras muchas.
Nos dirigimos hacia un mundo hiperconectado donde el despliegue de infraestructuras de nueva generación para dar soporte a este nuevo entorno digital es una ventaja competitiva en la que es crítico participar cuanto antes.
Paralelamente a este escenario, que cada vez es menos futuro, las Telco cuentan ya con un bagaje suficiente como para prestar servicios avanzados a sus clientes y convertirse en integradores de tecnología en las empresas, desarrollando soluciones verticales. Sectores como el transporte, la logística, la banca o el sector público trabajan con datos móviles críticos que demandan una alta calidad de transferencia y seguridad. Y ahí, las Telco tienen un amplísimo potencial de desarrollo.
A estos servicios se unen los propios de infraestructura que se ven beneficiados por el auge del consumo cloud computing (SaaS, IaaS, PaaS) en las organizaciones. La oferta de paquetes convergentes de Redes +TI da solución a necesidades de redes virtualizadas y redes intensivas en el uso de software.
Los datos en el punto de mira para aumentar los ingresos
En la búsqueda de nuevos ingresos, las Telco tienen en el Big Data, Analytics e IA un aliado de gran valor. El consumo de datos y líneas proporcionan multitud de información (actividad, geolocalización…) que analizada se convierte en una importante vía de monetización. De esta manera, es posible, por ejemplo, ofrecer perfiles de usuarios buscados por anunciantes; facilitar datos sobre el tráfico urbano para que las autoridades oportunas puedan mejorarlo; proporcionar datos para optimizar el posicionamiento y la operativa de puntos de venta, mejorar la eficiencia operativa, la distribución, captación de clientes, etc. Experiencias como las de LUCA son todo un ejemplo.
Se observa, también, una condensación en el sector. Al hilo de la expansión de las Telco, surgieron, además de las grandes marcas, otras compañías orientadas al móvil, con o sin infraestructura propia. Hoy, las “cableras” y Operadoras Móviles Virtuales -OMV- muy pujantes en su momento, han terminado formando parte de grandes compañías –Jazztel se ha integrado en Orange; Ono en Vodafone; Yoigo en Másmóvil…-. Y es que los retos a los que se enfrentan las Telcos exigen arquitecturas empresariales fuertes para poder afrontar con solvencia los nuevos modelos de negocio diversificados. A mí me genera una grandísima curiosidad qué pasará en los próximos años. ¿Y a ti?