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La resiliencia empresarial para las aseguradoras

27 Sep 2021

La resiliencia empresarial contribuye a mejorar la capacidad de adaptación de las aseguradoras. Los últimos tiempos han demostrado más que cualquier otra circunstancia la importancia de esta cualidad. Sin ella, los imprevistos pueden resultar aún más graves. Saber cómo adaptarse y volver a la normalidad de forma ágil es fundamental. Ahora bien, ¿en qué consiste este concepto? Descúbrelo a continuación.

¿Qué es la resiliencia empresarial?

Es la capacidad de una organización para recuperarse de los cambios, en especial de los más profundos. Se trata de medir el impacto de los acontecimientos y desarrollar nuevas ideas para superarlos. De esta forma, la empresa gana en resistencia, en adaptabilidad y en poder dar una respuesta efectiva. Podrá enfrentarse a situaciones críticas con mayor seguridad y salir bien parada.

Ten en cuenta que la incertidumbre siempre está presente. Si bien las situaciones críticas no se dan con frecuencia, tarde o temprano van a aparecer. Por tanto, contar con prácticas que garanticen la resiliencia permite enfrentarse a escenarios diversos con unas mejores perspectivas. Los mercados están en constante cambio, así que hay que plantear las respuestas necesarias para mantener el ritmo.

¿Cómo aplicar la resiliencia en las aseguradoras?

Una de las estrategias de resiliencia más usadas en las aseguradoras es el plan de continuidad. Se trata de un conjunto de procedimientos documentados. Estos tienen como objetivo guiar a la empresa para responder, recuperar, reanudar y restaurar sus operaciones. Cuando llega una situación crítica, la recuperación tiene que ser rápida, así se volverá a la normalidad cuanto antes.

El plan prepara a la empresa para futuros eventos que la pongan en peligro. Las aseguradoras no pueden permitirse una interrupción prolongada en sus servicios. Ten en cuenta que tienen que atender las necesidades de sus clientes en cualquier momento. Si alguien sufre un accidente, no puede sentarse a esperar hasta que su aseguradora actúe. Por tanto, hay que contar con medidas eficaces para volver a la actividad pronto y en plenas facultades.

Por ejemplo, un ataque a los sistemas informáticos puede suponer un daño crítico para una empresa. A la hora de enfrentarse a este problema, es preciso contar con las medidas adecuadas. Disponer de copias de seguridad de la información, contramedidas eficaces y sistemas de respaldo son algunas. Su objetivo es el de recuperar los servicios lo antes posible, al tiempo que se soluciona la agresión.

También se prevén aquellas situaciones de riesgo para la empresa, las cuales dependen de cada organización. Un buen análisis de impacto al negocio es de gran utilidad en este sentido. Informa sobre el coste de la interrupción de los servicios, lo que permite clasificar los riesgos en función de su criticidad. Así, se establecen unas prioridades a la hora de solucionar una de estas situaciones. 

En definitiva, la resiliencia empresarial es fundamental en las aseguradoras. Mantener el servicio y recuperarlo con agilidad en situaciones críticas son los objetivos a perseguir. Para garantizarla, conviene contar con un plan específico para soluciones a una amplia variedad de problemas. La empresa podrá adaptarse a los cambios que se den y seguir adelante.


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