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El desarrollo del puesto de trabajo inteligente en la administración pública

06 Sep 2021


La consecución del trabajo inteligente es una de las ramificaciones de la digitalización. Las administraciones públicas pueden aprovecharse de estas mejoras y ofrecer servicios de mayor calidad. Entre otros aspectos, la COVID-19 ha puesto de relevancia la necesidad de encontrar soluciones basadas en la movilidad que incidan en la consecución de su labor. ¿Cómo desarrollamos dicha inteligencia?

Claves para crear un puesto de trabajo inteligente

Crear un proyecto de transformación del empleado público es muy necesario. Las administraciones públicas deben ganar en flexibilidad y capacidad de adaptación. La crisis del coronavirus ha dejado buena constancia de estas necesidades. El trabajo de estos empleados es fundamental, en especial en áreas como en las oficinas de empleo, sanidad y diferentes registros de carácter público.

Si su actividad cesa, la ciudadanía no podrá resolver sus obligaciones y peticiones de forma eficaz. Así que, para evitar estos problemas, la digitalización de la administración debe convertirse en una prioridad. Existen diferentes tecnologías que poner en juego, las cuales se usan de forma extensiva en el sector privado, creando puestos de nueva generación al servicio de la sociedad.

El papel de la tecnología

Las innovaciones tecnológicas de los últimos años son la pieza clave. El uso de servicios en la nube garantiza un trabajo en remoto de calidad y sencillo. Gracias a su aplicación se fomenta el trabajo colaborativo, ya que los empleados públicos dispondrán de las herramientas que necesitan. Tendrán acceso a una comunicación constante con sus compañeros, almacenamiento o envíos de documentos al instante.

Además, estas herramientas contribuyen a aumentar la productividad, un factor importante para las administraciones públicas. También tendrán acceso a soluciones basadas en la automatización y la inteligencia artificial. El uso de soluciones informáticas centradas en la administración y gestión de datos resulta de gran utilidad. Facilitan la eficiencia en el trabajo al automatizar una amplia variedad de tareas repetitivas.

Por descontado, es esencial garantizar la ciberseguridad en todo momento. Al dar prioridad al trabajo en remoto, se crean diferentes vulnerabilidades en los sistemas. Estas abren puertas a que se produzcan todo tipo de ataques que pueden traer consecuencias desastrosas. Establecer unas comunicaciones cifradas, actualizar los programas usados y otras soluciones protegerán a los empleados.

Otro aspecto importante es el uso de los dispositivos adecuados. Conseguir una dotación completa permitirá al trabajador público desempeñar su función con comodidad y sencillez. El uso de ordenadores es la base, aunque los teléfonos móviles y tabletas son de gran utilidad. De esta forma, se podrán crear espacios de trabajo en remoto que fomenten aún más la productividad.

Por último, es preciso apostar por infraestructuras de conectividad de última generación. Estas permiten que las comunicaciones sean rápidas y que la información fluya de forma constante. Así, se consolida otro pilar con el que conseguir un aumento de la productividad.

En definitiva, el trabajo inteligente en las administraciones públicas es posible y necesario. Solo tenemos que apostar por las soluciones tecnológicas adecuadas. De esta forma, conseguiremos una mejora en la productividad y unos servicios más adecuados.

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