El riesgo climático, una variable clave en los del sector financiero

El riesgo climático, una variable clave en los del sector financiero

El cambio climático es una preocupación común de la sociedad, los gobiernos, las entidades reguladoras y las empresas.

20 Oct 2022

Por eso surge la necesidad de hablar de la sostenibilidad desde un punto de vista específico: los efectos del cambio climático sobre los mercados financieros. Un tema muy de actualidad si tenemos en cuenta que el Banco Central Europeo ya ha anunciado la introducción de tests de stress basados en el riesgo climático. Y esto llega en un contexto en el que la entidad ya había publicado una guía sobre los riesgos para los bancos relacionados con el clima y la sostenibilidad y enfatizado sobre la necesidad de que los bancos mejoren en la inclusión de este tipo de riesgos. Está claro que el sector financiero necesita poner el foco sobre la sostenibilidad, y más aún sobre el cambio climático y sus riesgos, y existen formas de tener en cuenta estas variables al valorar los activos financieros.

Criterios climáticos dentro del  sector financiero

Habitualmente, el riesgo crediticio se basa en el potencial de generación de ingresos y deudas, creando el binomio riesgo-rentabilidad. Pero ahora tenemos que incluir un criterio más que afectará a la configuración de los modelos de riesgo del sector financiero. Por ejemplo, podríamos valorar cuál es el riesgo de catástrofe en una determinada zona, cuánto valor se pierde tras una inundación o cuánto valdría el terreno tras la destrucción de una edificación. Pero, ¿Cómo introducir estas variables en los modelos financieros?

Inclusión del factor climático en los modelos de riesgos

Como hemos mencionado anteriormente, el BCE ya ha creado un test de stress para medir los riesgos del cambio climático. Y los bancos pueden utilizar estos mismos tests para analizar sus activos y crear modelos que prevengan aquellas situaciones que pondrían en riesgo el valor o la salud de sus activos. Sin embargo, incluir el riesgo del cambio climático en estos modelos no resulta sencillo, y para ello habrá que tener en cuenta 4 puntos fundamentales al crear o introducir este tipo de variables:

Huella de carbono y consecuencias del cambio climático

En primer lugar, las entidades financieras deberán tener en consideración la huella de carbono que producen sus clientes (criterio de sostenibilidad), los planes de transición y  las consecuencias que puede llegar a tener el cambio climático sobre el negocio directo e indirecto

Consideración de escenarios de riesgo climático

También tendrán que simular escenarios de pérdidas esperadas. Por ejemplo, ¿Qué sucede si un inmueble sufre una inundación? ¿Cuál es la pérdida de valor? Habrá que calcular, para estos casos, el posible impacto en las ratios de incumplimiento de contratos.

Variables que influyen en el riesgo climático

En tercer lugar, debemos de comprender que el riesgo climático no siempre es el mismo. Puede que una determinada región a nivel del mar tenga un mayor riesgo de que, si sube este nivel, se produzcan inundaciones. Una serie de activos situados en una zona cercana a una falla tectónica, o en un lugar en el que se producen huracanes con frecuencia, también tendrán un riesgo distinto de otros situados en zonas estables. Por tanto, habrá que atender a distintas variables como las geográficas.

Flexibilidad en la ponderación del factor climático

Por último, hay que tener en cuenta que aunque la variable del riesgo climático deba de entrar en juego, no tendrá la misma ponderación en todos los bancos, porque dependerá del impacto que pueda tener. Por ejemplo, si un banco se basa en inversiones de activos físicos y muchos de estos se encuentran en países cercanos al nivel del mar, puede que de una mayor ponderación a este criterio. Por ello, los modelos deben de ser flexibles, pudiendo modificarse en el tiempo. Es decir, que según las decisiones de negocio lleven a la entrada o salida de determinados clientes, la exposición al riesgo será mayor o menor. Y, por tanto, la ponderación de este factor también podrá variar.

¿Cómo integrar el riesgo climático en el sector financiero?

En VASS somos conscientes de la nueva necesidad dentro del sector financiero de incorporar el cambio climático a sus modelos de riesgos. Ya no basta con valorar riesgos como el crediticio, sino que hay que tener en cuenta muchas más variables que entran en el terreno de juego. Por eso, junto con un partner (creador de un software para introducir las nuevas variables), estamos creando soluciones capaces de acelerar esta incorporación del riesgo climático a los modelos de gestión de riesgos. Gracias a estas soluciones, damos a nuestros clientes 4 ventajas importantes:

  • La unificación de las diferentes fuentes de datos que nutren el modelo, tanto internas como externas, para tener una fuente de información única y confiable.
  • La creación de escenarios y análisis, como comentábamos en el apartado anterior, para hacer más sencilla la toma de decisiones de negocio al basarse en datos y simulaciones.
  • La rápida integración de todos los sistemas y modelos que pueda haber a nivel interno, para hacer más fácil la posterior incorporación de las variables climáticas y garantizar la disponibilidad de los datos en tiempo real.
  • La creación de reportes sobre distintos ámbitos para facilitar el cumplimiento de los estándares regulatorios a los que estén sometidas las entidades financieras.

El cambio climático sin duda supone un gran reto para el sector financiero en general, en un entorno de incertidumbre donde por ejemplo, no existe una taxonomía estandarizada que separe claramente las actividades verdes de las que no lo son, y aclare cuán verde es cada actividad. Tampoco existen actualmente unos estándares comunes de divulgación de información financiera relacionada con el clima que actualmente dificultan el hecho de medir el impacto para el de los riesgos físicos y de transición.

La actualización en los modelos de financiación se hace imprescindible y necesaria teniendo en cuenta que la localización e incorporación de las fuentes datos combinada a una adecuada lógica de negocio son las que permitirán gestionar los riesgos, movilizar el capital de manera efectiva y orientarlo a promover inversiones verdes y con bajas emisiones de carbono.

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