Innovación para crear productos y servicios digitales diferenciadores en el sector energético

01 Feb 2022

Esto hace que diferenciarse de la competencia suponga un gran reto, que necesitará de grandes dosis de innovación para encontrar el valor diferencial. Gracias a esta innovación será posible crear nuevos productos y servicios de valor añadido, capaces de satisfacer las necesidades de los clientes. Y para ello será necesario explorar las oportunidades de los nuevos ecosistemas digitales y todas las nuevas herramientas a nuestra disposición. Aunque en este artículo nos centraremos en cómo las energéticas o las utilities pueden extraer el mayor valor de los nuevos negocios digitales, lo cierto es que este enfoque sería aplicable a otros sectores con un alto nivel de competencia.

¿Cuál es el contexto del sector energético a día de hoy?

En este momento la transición energética y la transformación digital son los principales desencadenantes de retos y oportunidades en el sector de la energía. Y es que esta transición no solo tiene un impacto a nivel de mercado, sino sobre la sociedad en general, con un gran impacto en la sostenibilidad medioambiental. Además, encontramos cinco características que definen esta industria a día de hoy:

• Competencia creciente, sobre todo en la parte de comercialización, aumentando los competidores tanto de entornos cercanos (como compañías de oil&gas que pasan a comercializar también electricidad) como otros más alejados (telecomunicaciones, grandes tecnológicas, etc.).
• Tendencia a la colaboración entre empresas de suministro, así como a apoyarse en sistemas digitales para fortalecer la oferta.
• Cambios en los modelos comerciales, en los que ya no sirve llamar directamente a la puerta del cliente (algo que era habitual hace algunos años). Los modelos a día de hoy deben de ser flexibles, para adaptarse a los cambios y aumentar la capacidad para incorporar nuevos servicios. Será necesario aprovechar cada canal disponible, sacando el mayor partido al binomio físico-digital.
• Consumidores cada vez más exigentes, acostumbrados a ofertas y servicios personalizados que se adapten a sus necesidades. Además, estas exigencias giran cada vez más en torno a la sostenibilidad de las empresas y su nivel responsabilidad de cara a la sociedad.
• Por último, los cambios regulatorios en torno a la sostenibilidad y la tecnología son cada vez más habituales Por eso es cada vez más importante buscar prácticas que permitan un consumo y una producción responsables.

¿Cómo impulsamos la innovación desde VASS?

Desde VASS queremos ayudar a nuestros clientes a hacer frente a los retos de la industria, lograr la diferenciación y aumentar la rentabilidad. Y para ello nuestra propuesta pasa por llevar a cabo la conceptualización y el diseño de nuevos productos digitales a través de un proceso en distintas fases. La idea es incluir la innovación desde que el producto o servicio nace como idea hasta su lanzamiento y comercialización (con proyectos end-to-end), aumentando la agilidad a la hora de poner en marcha nuevas soluciones para el consumidor final. Esto permitirá, a nivel de negocio, aumentar la competitividad y la cuota de mercado gracias a la capacidad de diferenciación. ¿Y cuáles son estas fases que contemplamos para el desarrollo de nuevos productos e incluso nuevos modelos de negocio?

Fase 0. ¿Cuál es el punto de partida?

El punto de partida de este proceso sería el momento de incubación de ideas, en el que hay que pararse a mirar tanto al presente como al futuro. Para ello podemos implementar un funnel de ideas, recoger diferentes datos a través de observatorios de la competencia y Benchmarking y desplegar nuestro radar tecnológico. Se trata de obtener la mayor información posible sobre la situación actual, como punto de partida para empezar a innovar.

Fase 1. Innovación en productos y servicios energéticos

En esta primera fase llega el momento de conceptualizar productos y servicios para satisfacer la demanda y ofrecer un valor diferencial a partir de los Insights obtenidos en la fase cero. Aquí entrarán en juego la definición de nuevos modelos de negocio y nuevos Customer Journeys. También habrá que identificar las experiencias de usuario y las herramientas tecnológicas a utilizar, así como la integración con distintos ecosistemas y todo un proceso de Design Thinking.

Fase 2. Estrategias de lanzamiento al mercado

La segunda fase sería de lanzamiento, en la que se definirían la estrategia de comunicación, de Marketing Digital y de Branding. Todo esto para impulsar la comercialización de los nuevos productos y servicios.

Fase 3. Crecimiento de los nuevos productos y servicios

La tercera frase se basa en idear cómo vamos a garantizar el crecimiento de ese producto o servicio en el mercado. Para ello habrá que estudiar las distintas soluciones financieras, para conocer su viabilidad. También habrá que diseñar estrategias de cross-selling con otros productos y servicios que la compañía ofrece. Además, se buscarán soluciones de Revenue-growth, así como nuevos canales y partners y se diseñarán programas de fidelización para los clientes.

Fase 4. Operación y evolución bajo una mirada innovadora

En esta última fase llegaríamos al momento de la operación y evolución de los nuevos productos y servicios y los nuevos modelos de negocio que éstos puedan conllevar. Hablamos aquí de una primera construcción y posterior escalado con un enfoque basado en la creación de un Mínimo Producto Viable (MVP) que lanzar al mercado. Es el momento también de ayudar en la gestión de Marketplaces e ecommerce (algo que se simplifica gracias al equipo de vdSHOP dentro de VASS). Habrá que gestionar también soluciones de suscripción, aplicaciones y arquitecturas digitales. A todo esto contribuirán los Centros de Excelencia, que podrán operar y evolucionar el producto digital.

Soluciones end-to-end, desde la conceptualización hasta la comercialización

Desde VASS creemos que es importante acompañar a nuestros clientes en todas estas fases (y no solo en el sector energético, sino aplicado a cualquier otro sector con una alta competencia). Por eso contamos con soluciones, tecnologías y equipos especializados en las distintas áreas. Además, es importante tener en cuenta que la innovación no es un proceso lineal, sino que a veces hay que dar pasos hacia atrás y hacia delante en el proceso y replantearse nuevas ideas y formas de hacer las cosas. Por eso los equipos involucrados en las distintas fases deben de tener una comunicación ágil que facilite la ejecución y re-ejecución de cada fase.