Descubre como el gobierno inteligente está revolucionando la forma de gestionar los servicios públicos, gracias a la incorporación de la inteligencia artificial.
El concepto de gobierno inteligente está revolucionando la forma en que se administran los servicios públicos, gracias a la incorporación de la inteligencia artificial (IA).
La IA se define habitualmente como la capacidad de una máquina para realizar funciones cognitivas asociadas con los seres humanos, tales como percibir, razonar, aprender, interactuar con el entorno, resolver problemas e incluso realizar ejercicios creativos.
Básicamente, la IA resuelve tareas y desafíos que requieren experiencia y conocimientos profundos, siendo demasiado complejos para ser programados manualmente en un corto periodo de tiempo. Gracias a la inteligencia artificial, procesos que suponían un alto coste de tiempo y/o recursos pueden hacerse con una fracción de ese tiempo y/o esfuerzo.
Utilizar la inteligencia artificial en la administración pública no solo es una tendencia innovadora, sino también una estrategia inteligente por diversas razones.
En primer lugar, permite mejorar la eficiencia operativa al automatizar procesos rutinarios y administrativos, liberando a los funcionarios públicos para que se concentren en tareas de mayor valor estratégico.
Además, la IA facilita la toma de decisiones informadas mediante el análisis de grandes volúmenes de datos, lo que puede mejorar significativamente la calidad de los servicios ofrecidos a los ciudadanos.
Otro aspecto crucial es la capacidad de la IA para personalizar los servicios públicos según las necesidades individuales de los ciudadanos, mejorando así su experiencia y satisfacción.
Por ejemplo, la IA puede optimizar la gestión de recursos y predecir demandas en servicios esenciales, como la salud y la educación, asegurando una distribución más equitativa y eficiente.
Esto hace que la integración de la inteligencia artificial en la administración pública no solo moderniza los procesos gubernamentales, sino que también promueve un entorno más eficiente, seguro y centrado en el ciudadano.
La inteligencia artificial hoy
En el contexto de un gobierno inteligente, la inteligencia artificial se ha transformado de una promesa teórica a una herramienta práctica y esencial. Esta evolución ha sido posible gracias a dos factores clave que han convergido para hacer de la IA una realidad tangible y poderosa.
Avances algorítmicos y datos
El primero de estos factores es el notable progreso en algoritmos y la proliferación de datos. Los avances en algoritmos de aprendizaje automático y procesamiento de datos han permitido que las máquinas realicen tareas cada vez más complejas con una precisión y eficiencia sin precedentes.
Además, la cantidad de datos disponibles ha crecido exponencialmente, proporcionando el combustible necesario para que los sistemas de IA aprendan y mejoren continuamente. Combinado con significativos aumentos en el poder de computación y el almacenamiento en la nube, este entorno ha propulsado la IA desde ser un tema trendy a una realidad operativa.
Para los gobiernos inteligentes, estos avances significan la capacidad de analizar grandes volúmenes de información de manera rápida y precisa, permitiendo una toma de decisiones basada en datos y una gestión más eficiente de los recursos públicos.
Predicciones del mercado
En segundo lugar, las proyecciones de mercado de la inteligencia artificial subrayan la magnitud de su impacto y su futuro potencial.
Se espera que el valor del mercado global de IA alcance los $621 mil millones para final de 2024, según Fortune Business Insights. Esta cifra refleja la creciente adopción y la inversión en tecnologías de IA en diversos sectores, incluyendo la administración pública.
Según Forbes, la IA se convertirá en una industria de $15.7 billones para 2030, con inversiones que superarán los $500 mil millones para 2024.
Este crecimiento muestra la confianza en que la IA continuará transformando industrias y mejorando la eficiencia operativa. Para el gobierno inteligente, esto representa una oportunidad significativa para mejorar sus servicios y operaciones mediante la adopción de soluciones de IA, tomando la iniciativa.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) predijo a final de 2023 que la IA podría aumentar el PIB global en un 7% (casi $7 billones) y aumentar el crecimiento de la productividad en 1.5 puntos porcentuales.
Este aumento en la productividad es especialmente relevante para los gobiernos, ya que permite ofrecer más y mejores servicios a los ciudadanos con los mismos recursos, o incluso con menos. La capacidad de la IA para automatizar tareas rutinarias y analizar datos complejos mejora la eficiencia y libera a los empleados para enfocarse en actividades de mayor valor añadido.
La integración de la inteligencia artificial en un gobierno inteligente no solo moderniza y optimiza las operaciones gubernamentales, sino que también tiene el potencial de transformar la administración pública a nivel global. Los avances en algoritmos, datos y tecnología, junto con las predicciones de crecimiento del mercado, demuestran que la IA es una herramienta que puede ser crucial para los gobiernos del futuro.
Tendencias en el uso de IA en administraciones públicas
El Gobierno Inteligente no es una promesa de futuro, sino una realidad que ya se está teniendo en cuenta. Aún con limitaciones y sin sacar el máximo potencial, hay diferentes tendencias de utilización de la inteligencia artificial en la administración pública que comienzan a aplicarse a lo largo del mundo.
Veamos algunos de sus usos más destacados:
Automatización de operaciones gubernamentales: La IA ayudará a repensar procesos y sistemas para mejorar la entrega de valor al ciudadano. Más de la mitad de las soluciones de IA actualmente utilizadas por los gobiernos se centran en cambios incrementales en lugar de transformadores. En este sentido, el análisis predictivo y el soporte a la toma de decisiones en base a datos tiene un gran potencial en ámbito como la predicción de la demanda, detección temprana de alertas y análisis de políticas públicas.
Sostenibilidad y desarrollo verde: Los gobiernos están ajustando sus operaciones internas, promoviendo el desarrollo de productos y servicios del sector verde, mejorando la sostenibilidad de las flotas públicas, edificios, prácticas de viaje y su cadena de suministro.
Modernización de infraestructura digital: Los funcionarios gubernamentales necesitan una comprensión multifacética del potencial de lo digital, los datos y la tecnología para transformar la forma en que trabaja el gobierno y satisfacer mejor las necesidades de los ciudadanos.
Experiencia del servidor público: Los esfuerzos del gobierno se centrarán en iniciativas como la migración a la nube, la modernización de aplicaciones y el fortalecimiento de la seguridad de la red. El 49% de los encuestados gubernamentales eligen IA/ML como la tecnología más importante al elegir servicios en la nube.
Ciberseguridad y soberanía digital: El creciente riesgo de ciberataques está impulsando a los gobiernos a legislar el marco de ciberseguridad. Las áreas de enfoque incluyen la protección de la cadena de suministro, el control y la seguridad de los datos, y la modernización de la infraestructura.
Mejora de la experiencia del ciudadano: Las organizaciones gubernamentales están trabajando para mejorar su capacidad de entregar servicios a los ciudadanos con la ayuda de análisis de IA, automatización e integración de datos.
Gestión inteligente de infraestructuras: Especialmente en relación a mantenimiento predictivo y gestión inteligente de la movilidad, la IA puede facilitar a las administraciones públicas gestionar infraestructuras complejas y sistemas de transporte, previniendo y evitando errores de alto impacto.
Retos en la Implementación de la IA en la Administración Pública
A la hora de implementar la inteligencia artificial en la administración pública, el Gobierno inteligente tiene que hacer frente a diferentes retos. Los más importantes tienen que ver con:
Reestructuración y desarrollo de nuevas funciones: Las administraciones públicas necesitan capacitar a su personal y líderes en la gestión y comprensión de la IA, así como en la generación de preguntas basadas en datos.
Potenciación y promoción de una visión positiva de la IA: Fomentar una visión positiva y constructiva de la IA entre el funcionariado es fundamental para una correcta adopción de la tecnología, evitando resistencias, tanto del empleado público como del ciudadano.
Incremento de beneficios: Establecer objetivos claros y objetivos que permitan maximizar el rendimiento de la tecnología alineándola con las demandas de sus actividades es otro punto crucial.
Implementación efectiva e inversión: Es esencial destacar la necesidad de invertir en IA dentro de las administraciones públicas para mantenerse al día. Se trata de una inversión que debe mantenerse en el tiempo, adaptándose a nuevas posibilidades.
Análisis de resultados: También se requieren procesos para evitar resultados poco fiables, sesgados o incompletos. Será el análisis de rendimiento de las políticas el que permita justificar la inversión gubernamental en IA.
Privacidad y seguridad de los datos: Los sistemas de IA requieren grandes volúmenes de datos personales y sensibles para funcionar correctamente. Garantizar la protección de estos datos contra accesos no autorizados, brechas de seguridad y ciberataques es crucial.
Disponibilidad y calidad de los datos: Para que los sistemas de IA sean efectivos, es fundamental contar con datos de alta calidad y fácilmente accesibles. Sin embargo, las administraciones públicas a menudo disponen solo de datos fragmentados, falta de estándares y la existencia de datos incompletos o desactualizados.
Gestión de riesgos: Gestionar la posible discriminación y sesgo en los algoritmos es otro riesgo a tener en cuenta, para evitar decisiones injustas o desiguales. Lo mismo puede ocurrir con los riesgos relacionados con la dependencia de la tecnología y la falta de supervisión humana.
La regulación de la IA en la Unión Europea
Por otra parte, el uso de la inteligencia artificial viene determinado también por los riesgos de su uso. Para paliar posibles peligros, la Ley de IA de la Unión Europea hace una distinción entre diferentes aplicaciones, prohibiéndolas o proponiendo el uso de permisos y etiquetas especiales.
Podemos hablar de cuatro grandes grupos de aplicaciones de IA para la UE:
Aplicaciones prohibidas: Aquellas que violan derechos humanos, la democracia o la dignidad humana, como la manipulación subliminal o el reconocimiento biométrico remoto para la vigilancia masiva.
Aplicaciones de alto riesgo: Aquellas que pueden tener un impacto significativo en la vida de las personas, salud, seguridad, o los derechos fundamentales, como productos sanitarios, sistemas de transporte, educación, empleo o justicia.
Aplicaciones sujetas a transparencia: Aplicaciones que generan o manipulan contenido artificialmente deben informar a los usuarios que están interactuando con un sistema de IA y no con una persona real.
Aplicaciones de bajo riesgo: Aquellas que no entran en ninguna de las categorías anteriores y no representan riesgos significativos para individuos o la sociedad, como filtros de fotos, videojuegos o recomendaciones de productos.
Los gobiernos de la Unión Europea tendrán que legislar en sus territorios nacionales acorde a esta ley, lo que, sin duda, también afectará a las soluciones de IA que podrán adoptar como Administración.
Predicciones alrededor de la inteligencia artificial en la Administración Pública
Más allá de estos restos, podemos adelantar algunas predicciones sobre el futuro de la relación entre la inteligencia artificial y la Administración.
Aumento del gasto en IA: Para 2026, los gobiernos aumentarán el gasto en intercambio de datos, IA, IoT y capacidad de computación en un 15% para escalar colaboraciones globales y mitigar eventos climáticos extremos causados por el cambio climático.
Política de la UE sobre IA: Para 2028, teniendo en cuenta la política de la UE sobre IA, el 60% de los gobiernos adoptarán un enfoque de gestión de riesgos en su elaboración de políticas de IA y Generative AI.
IA Generativa en la toma de decisiones: Para 2027, el 50% de los gobiernos extenderán la IA generativa, desde la automatización de tareas hasta el soporte de decisiones.
Ciberataques: Para 2027, el 95% de las naciones experimentarán ciberataques mayores causados por actores que usan IA generativa, pero solo el 30% serán lo suficientemente resilientes para prevenir interrupciones y brechas significativas.
Reducción de brechas digitales: Para 2026, el 60% de los gobiernos cerrarán brechas digitales automatizando y conectando datos, procesos y empleados e implementando plataformas habilitadas para IA para operaciones inteligentes de extremo a extremo.
¿Qué soluciones VASS pueden ayudar al Gobierno inteligente?
Desde VASS contamos con diferentes soluciones para integrar la inteligencia artificial en las administraciones públicas.
En primer lugar, la AI Academy de VASS y su servicio de consultoría estratégica permite identificar soluciones efectivas para hacer frente a cualquier reto al que se enfrente una administración pública. Así como la elaboración, implementación y gobernanza de una estrategia de IA en consonancia con la estrategia corporativa, y que cumpla con un marco regulatorio, seguro y ético para el uso y desarrollo de soluciones de IA.
En segundo lugar, los paquetes prediseñados de IA también son una buena opción. Estos paquetes permiten trabajar con una variedad de fuentes de datos, realizando análisis avanzados para optimizar el acceso a los mismos en tiempo real y facilitar la toma de decisiones estratégicas.
Por otra parte, los catalizadores de adopción también son una opción muy demandada. Con los mismos es posible reducir el tiempo y el esfuerzo dedicado a la adopción de la inteligencia artificial, aumentando la velocidad de resolución de problemas.
Por medio de paquetes verticales y transversales es posible trabajar en la previsión de demanda de servicios públicos, herramientas de minería de datos, procesamiento inteligente de documentos, identificación legal y datos no estructurados, así como otras herramientas para el etiquetado y clasificación de emails o de incorporación conversacional de personal.
Por último, destaca nuestra apuesta por soluciones de IA personalizada, que permite resolver los desafíos concretos de las administraciones, utilizando la última tecnología.
Gracias a VASS, la adopción de un gobierno inteligente con la incorporación de la inteligencia artificial es más sencilla que nunca, implementando soluciones efectivas para las administraciones públicas, mejorando su eficiencia y la satisfacción del ciudadano.
¿Cómo podemos ayudar?
Aquí tenemos casos que han sido clave para nuestros clientes:
Resolución de incidencias y toma de decisiones automatizada: Las tecnologías de IA ayudan a interpretar eventos y automatizar decisiones, lo que puede reducir significativamente el tiempo de respuesta y mejorar la precisión de los servicios de asistencia.
Atención a la cliente personalizada: Mediante el análisis de las interacciones de los clientes, los sistemas de asistencia inteligentes pueden ofrecer asistencia personalizada, haciendo que la experiencia del cliente sea más satisfactoria.
Escalabilidad: La asistencia impulsada por IA puede gestionar un gran volumen de consultas simultáneamente, lo que permite a las empresas escalar sus operaciones de atención al cliente sin abrumar a sus agentes humanos.
Servicio proactivo: Con la capacidad de analizar datos en tiempo real, el soporte inteligente puede proporcionar un servicio proactivo anticipándose a las necesidades del cliente y abordando los problemas antes de que se agraven. En esencia, los sistemas de asistencia inteligente están diseñados para optimizar las funciones empresariales, aumentar la productividad de los empleados y, en última instancia, impulsar el valor empresarial, proporcionando un servicio de atención al cliente más inteligente y eficiente.
Procesamiento automático de documentos: Mediante técnicas como el reconocimiento óptico de caracteres (OCR) y el procesamiento del lenguaje natural (PLN), las administraciones públicas pueden automatizar la gestión de grandes volúmenes de documentos, mejorando la eficiencia y reduciendo errores humanos.
Elaboración de propuestas de resoluciones de trámites administrativos: La IA ayuda a redactar y formular propuestas de resoluciones para diversos trámites administrativos. Utilizando algoritmos de aprendizaje automático, se pueden analizar casos anteriores y normativas vigentes para generar propuestas.
Detección de fraude: Mediante el análisis de patrones y la identificación de anomalías en grandes conjuntos de datos, la IA es capaz de detectar actividades sospechosas y potenciales fraudes en tiempo real.
Automatización de tareas repetitivas: Tareas como la gestión de expedientes, la actualización de bases de datos y el procesamiento de solicitudes.
Asistentes virtuales: Estos asistentes o chatbots pueden ayudar en la resolución de dudas en horario continuo, el seguimiento de trámites y la programación de citas, mejorando la accesibilidad y la eficiencia en la atención al público.
Análisis predictivo: La IA puede analizar tendencias y necesidades futuras basadas en datos históricos. El análisis predictivo permite a las administraciones públicas ser proactivas en lugar de reactivas, mejorando la gestión y el servicio a la comunidad en áreas como la gestión de recursos o la planificación urbana.