Analizando los NFT. ¿Puede el arte digital convertirse en el activo financiero del futuro?

Desde la digitalización de la banca hasta la aparición de los neobancos e incluso la creación de nuevas monedas digitales (criptomonedas), los cambios son imparables. Y en mitad de esta nueva revolución aparece un nuevo tipo de activo, bajo el nombre de “NFT”, que explota durante el 2021 hasta convertirse en la palabra del año para el diccionario británico Collins. Teniendo en cuenta la gran importancia que se le da desde el mercado, así como su crecimiento del 11.000% en el último año, parece importante entender qué son los NFT y cómo afectan al mundo de las inversiones.

¿Qué son exactamente los NFT?

NFT son en realidad las siglas de “Non Fungible Token” o Token no fungible. Según lo define el propio diccionario Collins, se trata de un certificado digital que reconoce la propiedad de un activo único, como una obra de arte o un coleccionable. Estos NFT utilizan la tecnología Blockchain o de cadena de bloques, al igual que lo hacen las criptomonedas, lo que permite asociarlos a un archivo digital único con la máxima fiabilidad.

Aunque el primer NFT conocido se creó en 2014, fue en marzo de este mismo año 2021 cuando comenzó su gran expansión. Esto sucede a partir de la venta, por 69,3 millones de dólares, del archivo JPG “Everydays – The First 5,000 Days”. Desde entonces este tipo de activos no han parado de crecer, comercializándose activos digitales como memes, cromos digitales e incluso cuadros de grandes artistas como Van Gogh.

Sin embargo, son muchas las personas que no solo están comprando NFT para adquirir una obra concreta, sino que los utilizan como inversión. Estos activos son fácilmente comercializables, ya que al ser un tipo de archivo estandarizado es posible comprar, vender y trasferir de diferentes maneras. De hecho, los NFT se consideran depósitos de valor y ya existen plataformas de intercambio específicas para ellos, con un funcionamiento similar al de las criptomonedas.

NFT, criptomonedas o metaversos: grandes retos para el sector financiero

Mientras que los NFT mueven millones a través de sus activos, el uso e inversión en criptomonedas sigue creciendo y palabras como “metaverso” revolucionan el mundo digital. En este contexto, las preguntas dentro del sector bancario pueden ser muchas. ¿Es conveniente adoptar los nuevos activos digitales para satisfacer las necesidades de los clientes? ¿Cómo aprovechar estas tendencias para no quedarse atrás? ¿Por qué tecnologías apostar de cara al futuro?

Aunque son preguntas complejas, la flexibilidad dentro de las entidades bancarias será fundamental para hacer frente a los cambios. El tiempo de adopción de los usuarios es cada vez menor y la tecnología ofrece cada vez nuevas y variadas formas de inversión. Por eso es cada vez más necesaria una cultura corporativa que abrace el cambio y unos procesos digitales y optimizados que permitan reducir el Time to Market y subirse a las tendencias que mueven el mercado.

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