Tenemos un problema con el talento. Y queremos resolverlo. A día de hoy, en España encontramos un gran desajuste entre la demanda de personal técnico y las personas formadas para ello.
08 Nov 2022
Esto es al mismo tiempo un problema y una oportunidad, ya que el sector TIC podría contribuir a reducir el desempleo y la precariedad laboral. Pero, para ello, son necesarios los cambios. Según datos recogidos por la Fundación VASS, cada año salen unos 8.000 graduados de ingeniería informática, junto con 6.000 más de otras carreras relacionadas con el mundo STEM. A esto podemos sumar la formación profesional y la enseñanza no reglada en cursos cortos o bootcamps. Y, haciendo una suma rápida, obtenemos un total (aproximado) de 42.000 personas formadas cada año. La cifra impresiona, pero se vuelve pequeña cuando la enfrentamos a las 73.000 personas que demandó el sector de las tecnologías de la información el pasado año. Por ello, resulta fundamental buscar soluciones para cubrir esta brecha de talento digital.
5 actores principales para el cierre de la brecha de talento digital
Identificamos cinco actores decisivos, cuyo comportamiento marcará la posibilidad de resolver el problema del desajuste entre la demanda y la oferta de talento en el ámbito digital:
- Instituciones educativas. Como ya comentábamos, las universidades abren nuevas vías e itinerarios complementarios; por ejemplo, nuevas titulaciones, masters, y cursos breves de postgrado. Además, la Formación Profesional, en plena reinvención, y los cada vez más numerosos cursos acelerados de reskilling darán también una mayor profundidad a la actualización del ecosistema generador de talento.
- Administración Pública. Tendrá un papel facilitador, aportando los medios necesarios para que sea más sencillo cubrir el gap de talento digital, con incentivos a la formación vinculada a la empleabilidad .
- Entorno empresarial. Las empresas son en realidad los clientes finales y los más interesados en contar con el talento que necesitan. Podrán implicarse a través de espacios cada vez más amplios para co-diseñar y co-impartir módulos expertos, de la mano de los entes educativos. O redoblar sus esfuerzos en el adiestramiento y recualificación de sus propios trabajadores.
- Personas y sociedad. Las personas son, en definitiva, quienes deben de tener el impulso de dirigirse hacia carreras técnicas o reconvertir su formación y su profesión. Tendrán que abandonar su zona de confort; y de su intención de aprender dependerá mucho el desarrollo de estos nuevos conocimientos.
- Medios de comunicación. Por último, los medios de comunicación tienen el papel de transmitir que la tecnología no es un nuevo sector, sino un cambio de paradigma. Todos los ámbitos buscan profesionales para el entorno digital, sin ser necesariamente empresas tecnológicas o novedosas.
Retos en el aumento del talento digital
Por suerte, muchos de estos actores ya están tomando conciencia del problema del talento digital y realizando avances hacia su resolución; aunque subsistan retos que dificultan el cierre de esta brecha de talento:
- Las universidades tienen un funcionamiento muy rígido en la definición de planes de estudio, que dificulta la agilidad y el ajuste a las necesidades empresariales.
- Las plazas ofertadas tampoco cubren en todos los casos la demanda de personas que quieren estudiar carreras técnicas. El déficit de recursos es palpable
- La tasa de abandono en carreras como la ingeniería informática es tremendamente alta, del 35% (un 50% por encima del resto).
- No resulta sencillo contar con un profesorado completamente actualizado y alineado con las nuevas necesidades.
Iniciativas para promover el talento digital
Entonces, ¿qué podemos hacer para superar estos retos e impulsar la formación en competencias digitales?
Programas de formación continua en las universidades
A pesar de la rigidez, las universidades también están realizando movimientos como los programas que, bajo el epígrafe de la “Formación Continua”, permiten suplir con títulos “propios” (sin intervención de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, ANECA) la lenta burocracia que penaliza la evolución de planes de estudio en sus carreras (grados).
De hecho, en estas formaciones son las empresas las que corren con la mayor parte de la carga docente (hasta el 80%) y colaboran en la definición de los planes de estudio. Es muy importante que las universidades promuevan este tipo de iniciativas, que les conecta más con el mercado laboral, algo tradicional y lamentablemente ajeno la formación reglada. Esta suele estar basada en un conocimiento más general o en el desarrollo de competencias blandas. Pero lo mismo puede conseguirse con un mayor acercamiento al mundo laboral, que resulta ya indispensable para los estudiantes.
El papel de la Formación Profesional
Más allá de la formación universitaria, la formación profesional ofrece grandes ventajas por su mayor practicidad. El País Vasco es una de las regiones punteras en cuanto a formación profesional y allí se ha celebrado (Bilbao) un congreso sobre el nuevo papel de la FP como palanca del nuevo talento digital y su nuevo mercado de trabajo.
Iniciativas de la fundación VASS como “Developers from Euskadi”
Precisamente, desde la Fundación VASS estamos desarrollando una gran iniciativa de reskilling en el País Vasco, junto al Servicio Vasco de Empleo y la universidad norteamericana Bottega,. En esta formación, denominada “Developers from Euskadi”, se han inscrito 400 personas para formarse en fundamentos de programación, bajo un programa bilingüe On Line, no reglado pero certificado en EE.UU. La gran acogida ha sorprendió a todos.
Lo más importante en este sentido no es solo la formación, sino enriquecerla con una comunicación adecuada, capaz de transmitir la oportunidad de una reconversión profesional abierta a todos y que permite recobrar la confianza en el futuro. Por eso desde VASS estamos trabajando, especialmente a través de la Fundación, en promover este tipo de iniciativas y divulgar, asimismo, la nueva constelación de oportunidades que ofrece el sector de los servicios digitales. De hecho, publicamos cada año un estudio sobre empleabilidad y talento digital, en colaboración con 25 universidades, más de 50 expertos, 165 docentes y casi 900 futuros ingenieros; así como una serie de TIC Monitor mensuales que nos permiten seguir el pulso del mercado, en términos de actividad y empleo, en colaboración con el Centro de Predicciones Económicas (CEPREDE).
Podríamos decir que ahora solo queda esperar la reacción de todos los implicados. Pero lo cierto es que no es el momento de sentarnos a esperar. Por el contrario, es el momento de tomar acción, desde todos los ángulos, para cerrar la brecha de talento digital, aumentando el empleo de calidad y permitiendo que nuestro país desarrolle todo su potencial. De lo contrario, serán otros los que aprovechen esta maravillosa y estimulante oportunidad.
Esto es al mismo tiempo un problema y una oportunidad, ya que el sector TIC podría contribuir a reducir el desempleo y la precariedad laboral. Pero, para ello, son necesarios los cambios.