Un buscador corporativo para obtener el mayor valor de la información: de la ingesta a la búsqueda cognitiva

Un buscador corporativo para obtener el mayor valor de la información: de la ingesta a la búsqueda cognitiva

La información en Internet es infinita, y por eso es tan importante contar con buscadores que nos permitan encontrar lo que buscamos entre millones de opciones.

20 Sep 2022

Grandes compañías como Google y cada vez más empresas de todo tipo de sectores (plataformas de video, supermercados, etc.), buscan la optimización de sus buscadores. Ya no basta con tener un almacén de conocimiento o buscar por palabras: estamos en la era de las búsquedas cognitivas, y cada vez son más los clientes que nos demandan un buscador corporativo de alto nivel, ya sea para uso interno o externo.

Un buscador corporativo para mejorar la utilidad de la información

Como comentábamos, las empresas llevan tiempo planteándose la necesidad de soluciones globales alrededor de la información. Por lo general, éstas tienen información almacenada en distintos orígenes de datos, de forma muy poco útil o eficiente tanto para sus clientes como para sus consumidores. Por ejemplo, un usuario en algunas ocasiones tendrá que hablar con teleoperadores de varios departamentos, al no contar todos ellos con la misma información, o un trabajador deberá de perder horas en buscar documentos o información en las distintas fuentes (incluso pedirla a otros compañeros o departamentos). Para solucionar este problema llegan los buscadores corporativos, para uso interno o externo. Y, un paso más allá, los buscadores cognitivos para simplificar y facilitar todavía más el acceso a la información.

¿Cómo es la ingesta de conocimientos para crear un buscador corporativo?

La creación de un buscador corporativo tendrá dos partes principales: la ingesta del conocimiento y la configuración de la consulta o búsqueda.

En la parte de la ingesta, diferenciaremos entre dos tipos de documentos: los documentos estructurados y los no estructurados. En el primer caso, nos referimos a herramientas corporativas que almacenan información estructurada, con metadatos, como podría ser un gestor documental o una BBDD en la que la información está más o menos clasificada, ordenada y estructurada. En este caso, habría que llevar a cabo el proceso de extraer la información y metainformación de las distintas fuentes y unirlo todo en el buscador para permitir llevar a cabo una búsqueda global.

En el caso de los documentos no estructurados, hablamos de discos duros, documentos de todo tipo, carpetas, bases de datos sin ordenar, etc. Se trata de información que puede ser muy útil pero es difícil de clasificar dentro de un buscador. En este caso, una opción será intentar introducir la información directamente para buscar por contenido, algo poco amigable ya que nos devolverá resultados basados en todo el contenido de los documentos. Para ofrecer mejores resultados, habrá que empezar a hablar de tecnologías relacionadas con la Inteligencia Artificial.

Ingesta de información no estructurada en el buscador gracias a la IA

Las soluciones de Inteligencia Artificial nos permitirán clasificar la información extrayendo contenido relevante de los documentos. Podrán extraerse entidades en base a patrones y algoritmos, teniendo en cuenta los términos más identificativos. Así, pararemos de una simple búsqueda de contenido a otra más orientada a entidades, gracias a la clasificación previa, afinando mucho más los resultados. La diferencia es que si buscamos por contenido genérico, obtendremos muchos documentos o resultados, mientras que si priorizamos las entidades, lograremos una búsqueda mucho más acotada, descartando los resultados que menos se ajusten a la petición.

Pero, ¿es posible hacer esto también con información que no se encuentra almacenada en forma de texto? Es aquí donde comienzan a tomar un gran valor los servicios cognitivos. De hecho, numerosos Cloud ya ofrecen este tipo de soluciones, que permiten extraer información de distintas fuentes gracias a modelos previamente entrenado. Esto nos permitirá realizar un gran número de tareas como:

  • Clasificar los documentos automáticamente en base al contenido del mismo.
  • Convertir archivos de audio en texto.
  • Extraer el audio de un video, o incluso los textos que aparecen escritos en éste.
  • Detectar si un documento o conversación tiene un sentimiento positivo, negativo o neutro hacia la compañía.
  • Extraer información de una presentación al tiempo que habla una persona.
  • Diferenciar a las diferentes personas que hablan en un mismo video (podríamos, por ejemplo, ir directos a la parte del video que habla sobre el tema concreto que nos interesa, sin necesidad de verlo entero).
  • Extraer información de fotografías, detectando personajes, objetos, etc.
  • Trabajar con varios idiomas simultáneamente

Estos son solo algunos ejemplos de cómo la IA nos permite extraer información a partir de fuentes más complejas que el propio texto. Tras esta extracción de información, los servicios cognitivos tendrán también un papel muy importante para clasificar todos los datos obtenidos, convirtiéndolos en información estructurada y nutriendo el buscador corporativo.

Configuración del buscador cognitivo tras la ingesta de información

Como comentábamos tras el primer paso de ingesta de información, llega el momento de configurar la consulta y búsqueda, de manera que sea lo más sencillo posible para el usuario encontrar lo que está buscando. En esta área encontramos diferentes puntos que aportarán un mayor valor a la búsqueda y que en VASS nos encargamos de desarrollar para obtener los mejores resultados:

  • Uso de tesauros o modelos de lenguaje basados en la terminología específica de un sector, empresa o incluso departamento.
  • Resolución de las necesidades de seguridad, de manera que las personas que utilizan el buscador solo encuentren aquella información a la que tienen autorizado el acceso en las diferentes fuentes de origen de los mismos..
  • Uso de modelos de lenguaje natural para comprender mejor las búsquedas del usuario y poder realizar búsquedas con un contexto de lenguaje natural.
  • Avances hacia las tecnologías por voz, a utilizar tanto para la consulta como para la devolución de información.
  • Creación de ChatBots inteligentes o agentes conversacionales para facilitar al usuario la búsqueda de información y guiarle en sus preguntas/respuestas o incluso redirigir a un Callcenter si fuera necesario.
  • Configuración de avatares o “humanos artificiales” para dar al usuario un mayor sentimiento de cercanía, confianza y personalización.

Todos estos son aspectos muy interesantes que ampliaremos en un próximo artículo, para poder analizarlos más detenidamente. Por el momento, debemos de comprender la importancia de un buscador corporativo realmente útil, nutrido con toda la información posible de la compañía y con buenas capacidades de búsqueda para facilitar la vida a consumidores y empleados. Solo así lograremos extraer el máximo valor de la información, que es sin duda el oro del siglo XXI y una de las variables clave en la carrera hacia el éxito de cualquier negocio.

Grandes compañías como Google y cada vez más empresas de todo tipo de sectores (plataformas de video, supermercados, etc.), buscan la optimización de sus buscadores.

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