El Cloud Computing es ya más una realidad que una tendencia, pero el uso del mismo ha dado lugar a algunas limitaciones que han ayudado al nacimiento de otra tecnología: el Edge Computing.
Cada vez es mayor la información generada por dispositivos electrónicos (sean IoT o no), que conectan todo tipo de aparatos y sensores a la red. Algunas compañías tienen numerosas localizaciones, múltiples puntos de presencia, generando muchísimos datos en esos puntos finales. Podría ser el caso de supermercados, retailers, plantas de manufactura, compañías de paquetería o bancos. Si utilizamos el Cloud Computing, tenemos que llevar todos esos datos hacia la nube, para después procesarlos, almacenarlos y recibir una respuesta. Pero este modelo de trabajo tiene algunas limitaciones, no permite una respuesta en tiempo real, consume mucho ancho de banda y el mantenimiento de un repositorio con tanta información supone un coste extra ingente. Es aquí donde entra el Edge Computing para proponer una solución.
¿En qué consiste el Edge Computing?
El Edge Computing consiste en llevar la capacidad de procesado de información y toma de decisión lo más cerca posible de donde se generan los datos y se necesitan las acciones.
Por ejemplo, el coche autónomo del futuro no puede esperar al procesado de los datos para decidir si una señal es de stop o de prohibido el paso, o si hay un peligro inminente. Una tienda de ropa, por su parte, podría querer procesar imágenes en tiempo real, de forma rápida, y quizás no quiera transmitir ni almacenar dichas imágenes, que tras su procesado puede considerar desechables, y así evitar ese consumo de ancho de banda y la necesidad de contar con una capacidad de almacenamiento central enorme.
El Edge Computing logra procesar lo más cerca posible de donde se genera el dato, decidiendo qué debe guardar y qué desechar, y decidirá la acción que se ha de tomar. Es decir, que se lleva el procesado de datos (tanto la aplicación que procesa como el almacenaje) al punto o borde (“edge”) más cercano a su generación.
Retos en la implantación y el uso del Edge Computing
El Edge Computing permitirá desarrollar casos de uso que hoy en día ni siquiera existen, ya que no son posibles debido a las limitaciones comentadas. Sin embargo, su uso e implantación también conlleva una serie de retos a superar:
- Creación de aplicaciones nuevas, diferentes a lo existente.
- Una nueva forma de concebir la seguridad.
- Necesidad de crear un modelo resiliente, en donde el punto en el Edge debe funcionar de forma autónoma.
- Gestión del Edge Computing.
- Posibilidades en cuanto a escalabilidad.
Y por último, el reto supremo, el coste. Muchos de las iniciativas pueden verse descartadas desde un principio solo por el tremendo coste que puede suponer el replicar las capacidades de computación en decenas, cientos o miles de ubicaciones.
Valor y beneficios del uso de Edge Computing en las compañías
Cada sector es diferente, por lo que no en todos se aportará el mismo valor, pero en muchos de ellos podrá convertirse en una tecnología clave con cada vez más aplicaciones. Gracias al Edge Computing podrán extenderse las funcionalidades del procesado del dato en organizaciones con generación de datos distribuida. También mejorará la escalabilidad y confiabilidad de los sistemas, así como la eficiencia y la agilidad del negocio. Será también un motor para la innovación en cuanto a servicios.
Podemos destacar cuatro beneficios principales que podrían extraerse de la aplicación del Edge Computing:
- Habilitar nuevas funciones core del negocio.
- Mejorar la experiencia del cliente.
- Optimizar la recogida y transferencia de datos.
- Crear y expandir oportunidades para la generación de beneficio, así como de nuevos servicios.
¿Cómo poner en marcha un proyecto de EC?
Desde VASS trabajamos en la implantación de Edge Computing, desde una perspectiva basada en el negocio. Por tanto, el primer paso será siempre encontrar el caso de uso en el que el Edge Computing puede aportar valor.
Por ejemplo, suena muy bien a nivel tecnológico decir que vamos a distribuir la computación en, pongamos el caso, mil tiendas, pero ¿de qué sirve realmente esto a la compañía? Lo importante es saber para qué podemos utilizarlo y dónde está el beneficio. A partir de aquí se diseñará la arquitectura necesaria y se establecerán los requisitos de flujos de tráfico, procesado y retención de datos. Por último, será el momento de desarrollar las aplicaciones necesarias (por re-factoring de una ya existente o creando una nueva aplicación desde cero para su ejecución en Edge).
Funcionamiento a nivel tecnológico de un caso concreto
Si tenemos, volviendo al ejemplo de una red de tiendas, muchos puntos de generación de datos distribuidos por la geografía nacional, para implantar el Edge Computing tendremos una aplicación que distribuiremos de forma centralizada a cada uno de los puntos de esta red. Cada punto (tienda) es autónomo, y decide a partir de lo que la aplicación dice que tiene que hacer. Toma los datos que necesita, desecha los que no y el punto central simplemente supervisa.
Las aplicaciones de esta tecnología suelen estar muy orientadas al uso de la Inteligencia Artificial o el procesado de datos, para lo que necesitaremos toda una infraestructura local. Desde VASS solemos apostar por la infraestructura basada en contenedores, que permite, a partir de una aplicación desplegada desde el punto central y con una gestión centralizada, ejecutar localmente de manera autónoma.
Lo que hacemos con el concepto de contenedor es montar “miniclusters” de contenedores para los cientos o miles de puntos distintos. Estos “clusters” tendrán que ser ligeros, con pocos requerimientos de hardware y software, para que su coste también sea bajo (algo lógico si estamos hablando de miles de puntos).
Si quisiéramos hacer algún cambio en la aplicación, simplemente tendríamos que desplegar la aplicación de nuevo desde central, y automáticamente se desplegará a todos los puntos de la red, sin tener que actuar en cada uno de los puntos de manera manual.
Casos de uso concretos para el Edge Computing
Algunos casos de uso que podemos encontrar para el Edge Computing son:
- Uso de las imágenes de las cámaras de los retailers para mejorar la seguridad y detectar posibles riesgos.
- Creación de promociones en base a la información en tiempo real. Por ejemplo, un supermercado podrá mostrar imágenes de promociones de los productos que más se están comprando o de otros a los que necesita dar salida, o incluso revisión de su política de precios en tienda en segundos a través de un motor de decisión local con datos locales.
- Redespliegue de software ante averías. Si, por ejemplo, un cajero automático o una máquina registradora funciona de forma errónea, en lugar de cargar el software desde cero en la máquina central podría hacerse de manera local.
- Simplificación de la gestión de inventario en tienda (entradas, salidas, stock disponible, etc.).
Cabe destacar que este tipo de casos son los que proponen las propias compañías que ya lo están utilizando o en vías de hacerlo, lo que demuestra que el Edge Computing es una tecnología con una alta aplicabilidad en muchos sectores. Por eso es tan importante seguir desarrollándolo y creando esas soluciones que todavía no existen, pero que son posibles gracias a este tipo de computación.
Cada vez es mayor la información generada por dispositivos electrónicos (sean IoT o no), que conectan todo tipo de aparatos y sensores a la red. Algunas compañías tienen numerosas localizaciones, múltiples puntos de presencia, generando muchísimos datos en esos puntos finales.